Referencias

¿Quiere saber cómo se comporta el Wingssprayer en la práctica? Lea aquí las experiencias de nuestros clientes.

Incluso en los terrenos inclinados del sur de Limburgo, el Wingssprayer pulveriza con facilidad sin que se produzcan derivaciones ni daños en los cultivos. También ahorro en pulverizaciones y consumo de agua. El Wingssprayer es tan fácil de usar que nunca quiero estar sin él.

Ahora puedo rociar en todas partes con una gota fina. Además, estoy listo con 200 litros de agua por hectárea y el residuo de la pulverización a la mitad de la tasa normal sigue siendo sorprendentemente bueno.

Sólo utilizamos 200 litros de agua por hectárea y también ahorramos un 25% en pulverizaciones. Debido a la buena cobertura, pulverizamos con tanta eficacia que a veces incluso nos saltamos una sesión de pulverización.

En el cultivo de la fresa, la presión de las enfermedades puede aumentar rápidamente. Por ello, es especialmente importante que la pulverización penetre bien en el cultivo, de modo que el envés de la hoja también se vea afectado. Con el Wingssprayer, obtenemos una cobertura óptima, también en el cultivo.

Tenemos dos sistemas de pulverización: un pulverizador tradicional y un pulverizador con Wingssprayer. Como el Wingssprayer es menos sensible al viento, a menudo podemos pulverizar tres horas más que con nuestro pulverizador tradicional cuando hace mucho viento.

A bajas velocidades de conducción, el pesticida está exactamente en su sitio, como se puede ver en los bordes de los campos. Hay una línea recta entre la maleza muerta de un lado y la hierba sana del otro.

Con las boquillas tradicionales, las gotas demasiado grandes caen junto al cultivo. Eso es más bien regar que pulverizar. Llevo años buscando una solución a este problema y la he encontrado en el Wingssprayer. Las gotas finas funcionan perfectamente.

Por término medio, ahorramos un 20% en herbicidas de contacto y entre un 10% y un 20% en fungicidas. Este ahorro significa que la inversión en un Wingssprayer se amortiza rápidamente.

Antes de tener el Wingssprayer, a veces veía a los habitantes del pueblo trayendo su colada cuando pasaba con el pulverizador. Desde que uso el Wingssprayer, afortunadamente eso es cosa del pasado. Ya no tenemos ninguna deriva y eso es bueno para nuestra imagen.

Con el Wingssprayer, siempre pulverizar con gotas finas. Esto me permite cubrir el cultivo de la mejor manera posible y, como resultado, los plaguicidas funcionan mejor.